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WOUNDED NATURE     

       El medio que nos rodea está herido de gravedad. El hombre, su codicia y arrogancia deterioran la naturaleza, conduciéndonos hacia un camino irreversible. Los elementos naturales tradicionales representados en las cinco obras de este proyecto sirven de canal de comunicación personal enviando un mensaje de petición de auxilio.

 

       El proyecto pretende mostrar las consecuencias de la desequilibrada relación que el hombre establece con su entorno. Tomando como vehículo o tema en cada una de las obras uno de los elementos tradicionales de la naturaleza (agua, éter, aire, fuego y tierra), represento una escena narrativa que critica o cuestiona la prepotencia, soberbia e inconsciencia humana. Esta actitud sobre la naturaleza esquilma la tierra, derrite los polos, desertiza la tierra, deforesta los bosques y contamina la atmósfera, dejando una pobre y desgraciada herencia a nuestros herederos. Mi objetivo es que el espectador capte el mensaje y reflexione sobre el tema.

 

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DENIED HEALTH

Desde hace unos años vivimos un escenario de crisis económica. La economía es el motor vital actual por excelencia, y el modelo de mercado desarrollado en estos días genera tanto dinero como desigualdades. La pérdida de confianza y de los puestos de trabajo, así como la disminución de la actividad económica ha mermado la capacidad de ingresos del estado. Este hecho ha llevado al gobierno a realizar ajustes presupuestarios, con recortes en todos los departamentos e instituciones, lo que ha generado un menoscabo en los servicios, incluso en los más sensibles como son la educación y la sanidad.

                       El deterioro de estos servicios se hace palpable especialmente con los más débiles, como son los inmigrantes, muchos de ellos, sobre todo los que no tienen los papeles en regla no tienen acceso a la sanidad.

                     Denied Health; salud denegada, para muchos pacientes, que ven mermado su estado de bienestar. Esa angustia está latente la instalación, quizá incrementada con la cálida pero inquietante dominancia del color rojo de la lámpara de infrarrojos. El espectador cuando entra en la sala puede contemplar una verdadera puesta en escena, como si de una obra teatral se tratase. Los objetos están colocados de forma equilibrada para que compositivamente el público perciba armonía y coherencia en los elementos. Los objetos, verdaderos protagonistas de la instalación adquieren vida, su actividad performativa se desarrolla en torno a la narrativa de una sanidad en crisis; recortes en servicios y un virus como el ébola, son capaces de poner en peligro uno de los pilares básicos y con más prestigio de nuestra sociedad.  

CONVALECENCIA

            Este trabajo tiene continuidad con el primer proyecto titulado "Denied health", en el que cuestiono el actual estado del sistema sanitario mediante una instalación. Para esta propuesta del edificio de Convalecencia la crítica no se muestra de una forma tan directa, ya que aparece de forma enmascarada tomando las formas de las paredes e interiores de un edificio sanitario abandonado. La intención es mostrar una sanidad paralela a la que estima tanto la sociedad, la sanidad de los abandonados, pacientes psiquiátricos, desvalidos o deprimidos; una institución deteriorada y desahuciada.

            La Convalecencia es un edificio que se terminó de construir en el año 1915. El objetivo del mismo era albergar a los enfermos procedentes del cercano Hospital San Juan de Dios (actual Reina Sofía) para recuperarse de las enfermedades. En muchas ocasiones solamente con el reposo y buena alimentación los enfermos recobraban la normalidad. En el año 1948 el edificio sufrió deterioro y abandono, siendo utilizado posteriormente como casa de retiro para sacerdotes ancianos o imposibilitados, convirtiéndose en la Casa del Sacerdote y la Biblioteca Diocesana (Fresneda, R. 2014). En el año 1987, y tras varios litigios entre la Diputación de Murcia y el Obispado, el edificio fue vendido a la Universidad, y actualmente es la sede del Rectorado de la Universidad de Murcia.

            Convalecencia, como indica el título de este trabajo y el nombre del edificio supone según la RAE el estado de la persona que recobra gradualmente el vigor y la salud después de haber padecido una enfermedad o después de haberse sometido a un tratamiento médico; también es el periodo de tiempo de dura la recuperación. En el momento actual estamos convalecientes de una crisis que afecta a uno de los recursos más básicos, la sanidad, que se resiente; aumento de listas de esperas, precariedad en los servicios, demoras e infraestructuras que se van quedando obsoletas son síntomas de un proceso de enfermedad del estado de bienestar actual.  El edificio de la Convalecencia, que actualmente goza de buena salud, bien pudiera estar abandonado como el hospital al que hace alusión la pieza si no hubiera sido por la Universidad de Murcia, que en 1987 adquirió el edificio para colocar nada más y nada menos a su clase jerárquica, el Rectorado. Una institución que ha maquillado el edificio para dar una imagen saludable, cuando realmente es una institución que está en crisis, al igual que las demás. Con problemas de financiación y menos alumnos en sus aulas, tiene un gran reto por delante, la supervivencia. 

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