La huerta de Murcia es un ecosistema productivo, procedente de una parcelación agraria muy fragmentada, cuyo origen se remonta a la implantación de un sistema de regadío en el siglo XI, y que ha pervivido, prácticamente intacto hasta las décadas finales del siglo XX.

                Una rápida transformación social y un crecimiento demográfico acelerado, desde los años 70 del siglo XX, han propiciado la transformación de usos de este suelo inicialmente agrícola, en un territorio de carácter periurbano, en el cual se han producido tres fenómenos: la expansión de la ciudad central, el crecimiento de núcleos de población insertos en el paisaje agrario, y la dispersión de miles de viviendas aisladas, que convierten el continuo agrícola en un territorio de difícil calificación. El resultado global es que más de un 10 % del territorio agrícola, está actualmente ocupado por edificación dispersa y sin ordenación. La proliferación de este tejido periurbano ha supuesto pérdida de muchas hectáreas de huerta, así como la desaparición paulatina de la figura del huertano, la economía de subsistencia tradicional ligada a la tierra y toda una identidad que conforman el paisaje cultural de la huerta murciana.

El trabajo consiste en un stopmotion que muestra la decadencia de una relación muy especial entre una pareja de frutas y hortalizas, metáfora de la transformación que ha sufrido la huerta tradicionalmurciana en los últimos años.